Los derechos de las mujeres en el turismo son importantes
8 Mar 2021

Los derechos de las mujeres en el turismo son importantes.

¿Puede el turismo volver a partir de las mujeres? Sí, si seguimos las directrices según una Evaluación de Impacto de Género, que debatiremos en nuestro Grupo de Trabajo sobre Equidad Género y Diversidad.

Sigamos el debate político de los últimos meses, desde la declaración principal: "La reconstrucción tras la crisis debe permitir redistribuir las inequidades laborales de una vez por todas; y no habrá recuperación sin equidad de género, en beneficio de toda la sociedad". Que la equidad de género ocupa un papel central, ha sido ratificado ahora por la Agenda 2030 de la ONU y reafirmado también por el G20 con el W20.

Sin embargo, no se puede decir que hayamos empezado bien: de hecho, a pesar de muchas declaraciones en las propuestas de los distintos gobiernos y de Europa, el objetivo de "hacer crecer la sociedad con equidad de género" no está en el centro, porque los fondos no van en la dirección correcta. Entre las miles de asociaciones de mujeres que se han levantado Alexandra Geese, eurodiputada de Los Verdes/ALE, lanzó el Manifiesto #halfofit: "Europa está desarrollando un plan de 500.000 millones de euros del Instrumento de Recuperación de la Capacidad de Adaptación, que no ofrecerá empleo a las mujeres que ahora lo están perdiendo. No invertir en la mitad de la población que está fuera del mercado laboral significa arriesgarse al fracaso".

Además, tal y como expondré en el Panel sobre Derechos Humanos en la ITB de Berlín el 9 de marzo, tal y como se lee en la "Evaluación del impacto de género #nextGenerationEU Leaves Women Behind": "La equidad de género debe estar en el centro de la recuperación porque las mujeres tienen derecho a la equidad. Si las relaciones, el salario, la discriminación, el acceso al crédito, las decisiones, la salud, los tiempos, son injustos, estos derechos se ven obstaculizados, y con ellos los derechos de todos".

Todo esto no se entiende, debido a un retraso cultural en los países y en la clase política, dice Linda Laura Sabbadini Cátedra 2021 del W20: "Debe quedar claro, de una vez por todas, que las mujeres no son una categoría, un 'sector al que dar migajas'. Son la mitad del mundo. La pandemia afecta hoy al sector de los servicios y a los empleos precarios. Por eso las mujeres pierden más".

Del mismo modo, la enormidad de la crisis del turismo también pesa sobre sus hombros: también aquí las mujeres ocupan los puestos más bajos y más fácilmente discriminables y, además, son mayoría en el sector.

Como explica la investigación "Equidad de género para una mejor normalidad del turismo" de Ruspini y Paesante, de la Universidad de Bicocca: "En dos palabras: hay un desajuste entre la política y el marco de actuación. De hecho, en Europa, a pesar de que el 53% de las mujeres están empleadas en el turismo, tienen poco poder de decisión. Y ahora la pandemia ha ampliado la inequidad de género. En Italia, por ejemplo, el 90% de los nuevos desempleados en diciembre de 2020 son mujeres: 312.000 de ellas perdieron su trabajo en el sector de los servicios, incluido el turismo. Según la OIT, en 2021 veremos un +5 de la tasa de paro de las mujeres y un +20 de la tasa de paro en el turismo a nivel mundial".

La solución es seguir los pasos de un plan de evaluación de género.

Un ejemplo es el de Valentina Cardinali, experta en política y mercado de trabajo, en la revista InGenere, que esboza el camino a seguir para todos: "Resultados medibles, una parrilla que parta del estado de la cuestión, un objetivo claro, unas directrices mínimas y esenciales, acciones positivas, el establecimiento de indicadores, características, elementos relevantes para controlar y evaluar. Se trata, simplificando al máximo, de un ciclo de evaluación que rebajamos en perspectiva de género, solicitado específicamente por la Resolución del Parlamento Europeo sobre la UE de nueva generación, pero que falta por completo en el plan".

¿El resultado? No una tendencia que difunda las acciones sino un impacto concreto paralelo a otras medidas clave de los gobiernos, contra el virus y contra la pobreza. Los objetivos son una mayor independencia económica de las mujeres, pasando por una representación equitativa en la toma de decisiones, la educación, el acceso a la tecnología digital y la recogida de datos desagregados por género.

Estas medidas son muy similares a las que se pueden tomar en los proyectos turísticos, como dicen decenas de sugerencias publicadas por las organizaciones más importantes, y son útiles para organizar una "estrategia de género" dentro de ISTO.

Ahora, ISTO podría ser la primera en adaptar estas medidas a los proyectos turísticos, con gran visibilidad. Será interesante debatir en nuestro grupo de trabajo los principales puntos que lanzaré, junto con Equidad en el Turismo, en el Panel del 9 de marzo sobre Derechos Humanos en un Llamado a la Acción, sobre siete directrices, desde las Evaluaciones de Impacto de Género, hasta los informes sobre acoso, pasando por los datos y la promoción. Sígannos, ¡será un nuevo comienzo!