Un estudio realizado en Bolivia concluye que los emprendimientos de turismo comunitario han sido los más afectados en el país a causa de la pandemia.
Los impactos de la Covid-19 también se han hecho sentir en el turismo comunitario. Así lo demuestra el estudio llamado “Impactos del Covid-19 en el Turismo Comunitario de Bolivia”, realizado por UNIFRANZ, en alianza con la Asociación de Turismo Comunitario de Bolivia TUSOCO y la Alianza Mundial de Turismo Indígena (WINTA).
A pesar de que todo el país se vio afectado por la crisis sanitaria, el estudio indica que los emprendimientos de turismo comunitario fueron los más afectados. Esto ha traído consecuencias negativas tanto a la subsistencia de los emprendedores y sus familias, así como a los recursos necesarios para la preservación del patrimonio cultural y natural. De hecho durante el 2020, más de 500 familias no recibieron ingresos de sus actividades de turismo comunitario.
Expertos estiman que la recuperación del turismo en Bolivia será lenta, logrando alcanzar niveles del 2019 recién en el 2023. Esto ha significado que 80% de los emprendedores de turismo comunitario han migrado a otros rubros para poder subsistir, y debido a la proyecciones, probablemente no vuelvan al turismo comunitario en el corto plazo.
Afortunadamente no todo es negativo para Bolivia. Proyecciones realizadas por la OMT en relación a la recuperación del sector tras la crisis sanitaria, indican que los turistas se inclinarán hacia atractivos naturales y que ofrezcan experiencias al aire libre y culturalmente auténticas.