Rediseñando el futuro del turismo. El papel de los miembros de ISTO.
La crisis mundial derivada del COVID-19 nos ha confirmado que se necesita generar un modelo más sostenible y amigable de desarrollo, que dé satisfacción no solamente a los retos de la conservación del planeta -algo fundamental para nuestra propia supervivencia como especie- sino que también permita a los seres humanos vivir vidas más plenas.
Rediseñar el futuro, como lo proponía Russell L. Ackoff en su libro, hace ya varias décadas (y a quien tomo prestado el concepto para el título de este editorial), es ahora impostergable si queremos solucionar la aguda crisis de desarrollo que la pandemia no ha hecho más que poner en evidencia.
Históricamente, ISTO ha propuesto acciones para desarrollar un modelo de desarrollo y operación turística al servicio de las personas, las comunidades y los territorios que se materializan por primera vez en la Declaración de Montreal Por una visión humanista y social del turismo, nuestro documento guía de principios. Los principios plasmados en esta declaración resultaron en su época, francamente subversivos en términos Ackoffianos: quijotescos e impracticables en opinión de la mayoría.
Sin embargo, las enormes contradicciones derivadas del desarrollo turístico, alimentaron el espíritu creativo de los actores del sector para poner en marcha proyectos alternos de operación basados en principios humanistas y ambientalistas que, ante la expansión de nuestra membresía, alimentaron la discusión y las ideas para desarrollar un modelo de diseño y operación del turismo más pertinente y concreto.
Como resultado de nuestra expansión en las Américas -región de enormes contradicciones- y de casi 25 años de intercambios entre los miembros de esa región, se acuñó el concepto de Turismo de desarrollo utilizado por vez primera en Roma durante una reunión de aniversario del turismo social en Italia, y que establece cómo debe ser la práctica turística responsable, solidaria y sostenible.
El turismo social es, hoy más que nunca, principio y solución para una sociedad planetaria agobiada con malas prácticas turísticas que destruyen el medio ambiente, cultural y social, volviéndose contra la humanidad misma.
El reto coyuntural es recuperar el sector, algo que requiere reconvertirlo: menos desarrollo turístico y más turismo de desarrollo.
El reto fundamental es, sin embargo, estructural: alinear todas las acciones a principios humanitarios y sociales (plasmados en la agenda de los organismos internacionales como los ODS) y, en el caso de ISTO, fortalecer nuestra red a nivel global.
ISTO seguirá generando espacios de intercambio para inspirar a más actores del turismo, pero esto requiere la participación activa y permanente de sus miembros. De ahí la importancia de su papel y nuestro interés en mantenerlos activos dentro de ISTO.
En todo el mundo, los miembros de ISTO han realizado acciones que antes podían considerarse como perturbadoras o revolucionarias. Hoy esas acciones resultan proactivas. Lo que antes era motivo de crítica, hoy se ha vuelto inspiración y guía para muchos otros colegas en el resto del planeta.
Desde el sector privado, desde el gobierno local, desde el esfuerzo cooperativo y comunitario, desde la iniciativa personal, todos nuestros miembros han inventando nuevas formas de practicar un turismo mejor para todos.
Es por ello que debemos dejar atrás nuestra modestia tradicional y participar, proponer y difundir el trabajo de nuestra organización de manera abierta y con orgullo. Este es el momento de influir en el sector a nivel mundial para cambiar. ISTO está abriendo nuevos espacios para la difusión de estas iniciativas. Como miembros, nos toca hacer de ISTO la organización referente a nivel mundial sobre el tema.
Por un turismo mejor para todos…