El Complejo Turístico Ecorresponsable y Solidario del Reino de Batoufam (Camerún) realiza diversas actividades:

• Creación de un museo al aire libre único que lleva al turista a descubrir la riqueza cultural de la aldea a través de una ruta laberíntica. Las otras atracciones turísticas de la aldea son las tiendas de arte dentro del Palacio Real que presentan las más bellas creaciones de los artesanos de la aldea y de la región.
• Un otro ejemplo de solidaridad es la presencia, en la aldea, de un herrero que produce objetos dedicados a la agricultura, la escultura, la cocina, la caza, así como objetos rituales e iniciáticos. En su taller recibe la visita de muchos turistas que vienen a aprender los rudimentos de su arte.
• Los turistas también tienen la oportunidad de visitar a los artesanos que tejen el bambú de rafia, especialistas de la fabricación de diversos objetos y muebles de este material paulatinamente más popular. También da la oportunidad de descubrir las técnicas de cosecha del vino de rafia, que es muy apreciado por la población local como vino para beber y que se utiliza para todos los ritos tradicionales.
• En cuanto al alojamiento, la comodidad de los turistas es una de las principales preocupaciones de los Batoufam, quienes, a instancias del Rey, han instalado cabañas de huéspedes dentro del Palacio Real, permitiendo a los visitantes quedarse y dormir en el lugar, en total inmersión en la vida de la comunidad.
• Esta actividad implica otra actividad complementaria. Este es el catering para los visitantes que se alojan en el Palacio Real o simplemente de paso por el día. De ahí la apertura, dentro del Palacio Real, al borde del Bosque Sagrado, de un restaurante que ofrece platos locales y permite destacar la cocina de Batoufam. La gestión de estos dos espacios ha generado la creación de empleo entre la población local.
• Se ha establecido otra actividad solidaria e intercultural en el reino. Consiste en acoger en las familias (no sólo en el Palacio Real) a estudiantes de otros países y continentes, como Estados Unidos, Francia, Alemania y muchos otros, para que se familiaricen con la vida cotidiana de la población local. Recíprocamente, los niños del pueblo descubren la cultura, el conocimiento y a veces el idioma de sus anfitriones.